Aproximación de la IASLC de un "Oncología con Sentido Común". Aplicando Guías Clínicas en regiones de bajos recursos
En el reciente Congreso Mundial de Cáncer de Pulmón de la IASLC, se dedicó un panel a la iniciativa de “Oncología de Sentido Común” en cáncer de pulmón, enfocada en cómo aplicar guías y nuevos tratamientos en regiones de bajos ingresos. Estos temas también deberían ocupar un lugar central en los congresos, así que nuestra enhorabuena a la IASLC. Aquí un resumen de una de las aportaciones de esta mesa:
Manejo de pacientes con cáncer de pulmón en
poblaciones especiales no representados en los Ensayos Clínicos: comorbilidades
cardíacas y pulmonares
1) Relevancia del problema
Los pacientes con cáncer de pulmón presentan una tasa más alta de
comorbilidades en comparación con otros tipos de cáncer. Sin embargo, la
mayoría de los ensayos clínicos que sustentan la práctica oncológica excluyen
sistemáticamente a estos pacientes, lo que limita la aplicabilidad de los datos
de eficacia y seguridad a la vida real. Existe por tanto una brecha
considerable entre la evidencia derivada de ensayos clínicos y la práctica
clínica real, en la que la mayoría de los pacientes tienen múltiples enfermedades
concomitantes.
2. Grupo de trabajo y metodología
Conscientes de estas limitaciones, se conformó un grupo internacional y
multidisciplinario de 15 expertos, ampliado después a 25, incluyendo oncólogos,
cirujanos torácicos, neumólogos, cardiólogos y representantes de pacientes. Se
realizó una revisión exhaustiva de la literatura, se formularon 10 preguntas
clínicas clave y se utilizó el método Delphi para alcanzar consenso en áreas de
incertidumbre.
3. Retos en la elaboración de guías para
poblaciones especiales
La escasez de ensayos aleatorizados que incluyan pacientes con comorbilidades
graves genera dependencia de evidencia indirecta o de baja calidad. Esta brecha
entre la investigación y la práctica real constituye uno de los principales
retos, obligando a los clínicos a extrapolar datos de poblaciones altamente
seleccionadas a pacientes más complejos y frágiles.
4.
Brecha entre países de altos y bajos ingresos
Un aspecto central identificado fue el contraste entre países con alta
disponibilidad tecnológica y aquellos con recursos limitados. En naciones de
ingresos altos, los pacientes pueden acceder a PET/CT, cardio-oncólogos,
técnicas avanzadas de radioterapia como IMRT/VMAT y pruebas moleculares para
terapias dirigidas. En contraste, en países de ingresos bajos y medios, estos
recursos son escasos o inexistentes, lo que impacta directamente en el tiempo
de diagnóstico, la posibilidad de recibir tratamientos curativos y el acceso a
fármacos innovadores.
El panel internacional propuso alternativas para entornos con recursos
limitados, como tableros tumorales virtuales, teleconsultas con especialistas,
uso de pruebas funcionales simples (ej. caminata de 6 minutos) y biopsia
líquida cuando no se dispone de tejido. Se enfatizó la necesidad de adaptar los
modelos de seguimiento y cuidado a cada contexto, promoviendo la equidad en la
atención oncológica.
5. Principios de las recomendaciones
Las recomendaciones consensuadas se
fundamentaron en:
- Medicina basada en la mejor evidencia disponible, aunque sea de menor calidad
metodológica.
- Procesos de consenso estructurados para guiar la práctica clínica en ausencia
de datos sólidos.
- Reconocimiento explícito de las brechas entre la investigación y la práctica,
así como entre sistemas de salud de distintos niveles de ingreso.
6. Conclusiones principales
El grupo destacó la urgente necesidad de:
- Diseñar ensayos clínicos más inclusivos, que reflejen mejor la realidad de
los pacientes con NSCLC y comorbilidades.
- Implementar estrategias que reduzcan la brecha entre países de altos y bajos
ingresos, garantizando acceso equitativo a diagnóstico y tratamiento.
- Actualizar periódicamente estas guías para incorporar nueva evidencia.
- Impulsar investigación orientada a poblaciones históricamente subrepresentadas.
En definitiva, el documento resalta que la medicina personalizada debe ir más
allá de biomarcadores y terapias dirigidas: implica también considerar las
condiciones clínicas y el contexto socioeconómico de cada paciente. Reducir las
brechas de acceso y entre investigación y práctica real es esencial para
avanzar hacia una oncología más inclusiva y global.
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