¿Pueden los oncólogos impulsar el conocimiento pronóstico de los pacientes para mejorar la toma de decisiones? Proyecto NEOETIC

 


El proyecto NEOETIC que ha llevado a cabo la sección de bioética de la Sociedad Español de Oncología Médica (SEOM) ha tenido como objetivos realizar un estudio sobre el impacto psicológico y social del cáncer en nuestros pacientes. A pesar de la relevancia de proyectos como éste, son pocos los estudios que podemos encontrar en la bibliografía que indaguen sobre estos aspectos tan básicos y fundamentales para nuestros pacientes.

Dentro de este proyecto tan amplio, se ha publicado un articulo en la revista The Oncologist en noviembre de 2023, titulado “Can Oncologists Prompt PatientPrognostic Awareness to Enhance Decision-Making? Data From the NEOetic Study” que trata sobre la conciencia pronostica que tienen los pacientes oncológicos de su enfermedad y cómo podemos influir los oncólogos en ella basándonos en la información que facilitamos en la consulta.

Se ha realizado un estudio multicéntrico, de 550 pacientes en el que han participado 16 centros con un total de 63 oncólogos implicados. Los pacientes diagnosticados de un estadio IV candidatos a tratamiento sistémico se reclutaban en las consultas de Oncología Médica de primer día y se les pasaban una serie de cuestionarios validados que rellenaban en sus domicilios o con ayuda de enfermería.

En cuanto a la información administrada por parte de los oncólogos médicos, la mayoría (64.7%) facilitan una información cualitativa sin referencia directa a la muerte. Un 22% sí hacen referencia directamente a la muerte y un 11.3% dan una información con datos cuantitativos.

Llama la atención, que a pesar de que un 84% de los pacientes refieren ser conscientes de la gravedad de su proceso, y que la mediana de SG de la muestra que calculaban los oncólogos era de 22.6 meses, un 74% de los pacientes creen que el tratamiento con quimioterapia les va ayudar a curar el cáncer. Esta inexactitud pronostica se ha visto estadísticamente asociada con la información administrada en la consulta, existiendo dicha inexactitud en un 79.9% de los pacientes a los que se les facilita una información cualitativa sin referencia a la muerte, frente a un 67.9% de los pacientes a los que se les ha dado una información cuantitativa en valores absolutos.

Por otro lado, podemos observar, que hasta casi un 70% de los pacientes están interesados en lo que llaman “terapias de baja eficacia” (beneficio en supervivencia < 6 meses). Este interés es mayor en pacientes que no son plenamente conscientes del pronóstico (74.2% vs 56.3%), aunque no es el único factor asociado. La esperanza y la percepción de un buen soporte social también se han asociado con un mayor interés en dichas terapias.

Además de estos datos, se ha observado que esta inexactitud pronostica y la creencia en la curabilidad se ha asociado con otros factores como la esperanza, la espiritualidad y el espíritu de lucha. Aquellos pacientes que creen que el tratamiento puede ser curativo van a tener menos desesperanza, incertidumbre, depresión, ansiedad, estrés emocional y somatización sumado a un mayor bienestar (10 puntos más en la escala de calidad de vida).

Estos datos plantean a los oncólogos médicos un dilema ético y psicológico. Debemos reflexionar acerca de cómo equilibrar la información que transmitimos en la consulta, para conseguir informar con la mayor honestidad y transparencia posible y, a la vez, proteger emocionalmente al enfermo. Por un lado, debemos informar para conseguir transmitir a nuestros pacientes la mayor exactitud pronostica, de cara a que puedan tomar decisiones sobre su tratamiento con toda la información a su alcance. Y, por otro lado, debemos evitar aumentar la ansiedad y el sufrimiento en pacientes con una perspectiva de vida corta, en donde una buena calidad de vida y un estado de ánimo positivo forman parte del éxito terapéutico.

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