Desigualdades en cáncer en la UE: una gran preocupación de salud pública



En marzo de 2024 The Lancet se ha hecho eco  en su artículo "Inequalities in cancer: a major public health concern" de un exhausitvo informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 31 de enero de 2024. publicado a final de enero de este año: Informe OCDE 2024: Beating Cancer Inequalities in the EU

Según aporta el artículo, en 2022 se registraron 20 millones de nuevos casos de cáncer y 9,7 millones de muertes en todo el mundo. El cáncer de pulmón fue el más frecuente, con 2,5 millones de casos nuevos, lo que representa el 12,4%, seguido del cáncer de mama (2,3 millones de casos, 11,6%), el cáncer colorrectal (1,9 millones de casos, 9,6%) y el cáncer de próstata (1,5 millones de casos, 7,3%). Con el envejecimiento y crecimiento de la población, y cambios en la exposición a factores de riesgo, las proyecciones predicen 35 millones de nuevos casos de cáncer en 2050. Detrás de estos sombríos números, hay enormes diferencias e desigualdades entre países pero también dentro de los países.

TASA DE MORTALIDAD POR CÁNCER DE PULMÓN EN FUNCIÓN DEL NIVEL EDICATIVO

La mortalidad por cáncer varía entre los países europeos y dentro de los países. Las tasas de mortalidad por cáncer difieren en más del 30% entre las regiones de Rumanía, Francia, Alemania, Polonia o España. Ciertos grupos de población experimentan disparidades en la mortalidad por cáncer según la edad y el sexo, pero también según el nivel de educación (riesgo de mortalidad por cáncer de pulmón de 1,7 a 2,6 veces mayor entre las personas con niveles de educación más bajos que más altos) y hasta 9 puntos porcentuales más altos de probabilidades de supervivencia al cáncer entre la clase media alta frente a la clases bajas.

CAMBIOS EN INDIDENCIA Y MORTALIDAD POR CÁCNER ENTRE 2010 Y 2020

Más del 40% de la carga de cáncer observada en Europa puede atribuirse a factores de riesgo prevenibles, que son más prevalentes entre las personas de grupos socioeconómicos más bajos y aquellas con niveles más bajos de educación. Factores de riesgo como el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad, el bajo consumo de frutas y verduras y la baja actividad física son más prevalentes en individuos con bajos niveles de educación (definidos como personas que no han completado la educación secundaria) en comparación con personas con altos niveles de educación (que han completado la educación terciaria).

FACTORES DE RIESGO PARA CÁNCER EN FUNCIÓN DEL NIVEL EDUCATIVO


La mayor prevalencia de factores de riesgo asociados al cáncer también está afectando desproporcionadamente a los más vulnerables, como personas sin hogar, como informaron recientemente Maren Jeleff y sus colegas en The Lancet Public Health, con el uso de tabaco, por ejemplo, que varía del 26% al 73%. Se han desarrollado diversas iniciativas para reducir los factores de riesgo asociados al cáncer y algunas claramente han tenido un impacto, como la disminución de la prevalencia del tabaquismo observada en la mayoría de los países europeos en la última década. Pero la equidad no ha estado en el centro.

TASAS DE CONSUMO DE ALCOHOL

TABAQUISMO EN FUNCIÓN DEL NIVEL EDUCATIVO


Para garantizar la equidad, las políticas necesitan no solo apuntar a reducir los factores de riesgo en general, sino también a reducir las desigualdades entre los grupos de población. El segundo pilar clave para mejorar los resultados del cáncer es el tamizaje de cáncer. Aquí nuevamente, el informe de la OCDE describe cómo, a pesar de que existen programas de cribado poblacional en la mayoría de Europa, la participación es insuficiente y varía mucho entre los grupos. Solo cinco países tienen una tasa de participación de más del 50% en programas de cribado de cáncer de mama, colorrectal y cervical. El cribado mamográfico, las personas con bajos niveles de educación tienen menos probabilidades de recibirlo que aquellas con altos niveles de educación (54,4% vs. 63,5%).

PORCENTAJE DE MUJERES EN CRIBADO DE CÁNCER DE MAMA EN FUNCIÓN DE NIVEL EDUCATIVO


La implementación del cribado por sí sola no es suficiente para garantizar el acceso a la detección temprana. Las políticas públicas necesitan mejorar la conciencia y el alcance. Fortalecer la alfabetización en salud y abordar las amplias desigualdades que enfrentan las personas con bajos niveles de educación debería tener más importancia en las políticas contra el cáncer. La educación tiene un papel crucial en vencer las desigualdades del cáncer. La educación es un determinante poderoso, aunque descuidado, de la salud.

El estudio de los colaboradores de IHME-CHAIN, publicado en Lancet Public Health (marzo 2024), cuantifica la importancia de la educación —años de escolaridad— en la reducción de la mortalidad. Por cada año adicional de educación, hubo una reducción del 2% en el riesgo de mortalidad. Junto con las disparidades destacadas en el informe de la OCDE, los efectos de la educación en el estudio de mortalidad proporcionan evidencia convincente de la importancia de la educación en la reducción de las desigualdades del cáncer y en la mejora de la esperanza de vida.

Concluyen que aumentar la inversión en educación debería ser la prioridad para los países. Es probablemente el camino más poderoso para abordar las disparidades de género y riqueza, y reducir las desigualdades en la salud y el bienestar.

artículo completo en:

 https://doi.org/10.1016/S2468-2667(24)00029-X

OTROS GRÁFICOS DE INTERÉS


VARIABILIDAD DE LAS TASAS DE MORTALIDAD (AJUSTADA POR EDAD POR CADA 100.000 HABITANTES) PORCÁNCER ENTRE DIFERENTES REGIONES DE EUROPA


PORCENTAJE DE DISMINUCIÓN (SALVO PANCREAS) DE LAS TASAS DE MORTALIDAD POR TIPOS DE CÁNCER EN EUROPA


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NÚMERO DE NUEVOS FÁRMACOS CONTRA EL CÁNCER APROBADOS POR LA AGENCIA EUROPEA DEL MEDICAMENTO (EMA) POR AÑOS




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