Oncología y sufrimiento: estrategias para afrontar el duelo en profesionales de la salud
Resumen en español de interesante artículo publicado en ASCO Educational Book, 2025 por Brenner, Nathanson y Sławkowski-Rode.
Resumen
Este
artículo explora el sufrimiento en el contexto de la oncología desde una triple
dimensión: la del paciente con enfermedad avanzada, la del profesional de la
salud que lo acompaña y la del marco espiritual (religioso o no) en el que se
vive el proceso. Está estructurado en tres secciones principales, cada una con
propuestas prácticas y reflexiones teóricas sobre cómo enfrentar el dolor, el
duelo y la pérdida en el contexto del cáncer avanzado.
Sección 1: Atender el sufrimiento cuando no hay cura
El
sufrimiento en oncología es multidimensional, abarcando no solo el dolor
físico, sino también el sufrimiento psicológico, existencial, social y
espiritual. Basándose en definiciones clásicas como la de Cassell y Tate, se
propone entender el sufrimiento como una pérdida de integridad personal y
sentido de vida, que se manifiesta de forma única en cada paciente.
Se introduce
la formulación psicológica como herramienta clínica para comprender las
causas subyacentes de las conductas del paciente (por ejemplo, negación,
indecisión, retraimiento) y diseñar intervenciones personalizadas y compasivas.
Esta formulación se complementa con la atenuación clínica, es decir, la
capacidad del profesional para percibir y validar señales explícitas e
implícitas del sufrimiento del paciente.
Además, se
rescata el concepto de contratransferencia como fuente de información
tanto sobre el paciente como sobre el estado emocional del profesional.
Emociones intensas, como frustración, agotamiento o tristeza, pueden ser
indicativas del estado interno del paciente y también alertar sobre el
autocuidado del clínico.
Finalmente,
se revisan terapias centradas en el significado como:
- Terapia
de dignidad (dignity
therapy)
- CALM (Managing Cancer and Living Meaningfully)
- Psicoterapia
centrada en el sentido de vida (Meaning-Centered
Psychotherapy)
Estas
intervenciones ayudan a los pacientes a reconstruir propósito y agencia incluso
en etapas avanzadas de la enfermedad, favoreciendo una integración emocional
del proceso.
Sección 2: Estrategias para no ser sobrepasado por el
duelo como profesional
Esta sección
examina cómo los profesionales que acompañan a personas con enfermedad terminal
también experimentan duelo anticipado, fatiga por compasión, angustia moral
y ansiedad existencial.
Se utilizan
marcos teóricos para entender esta sobrecarga:
- Terror
Management Theory (TMT): la
exposición constante a la muerte activa mecanismos defensivos para
proteger la autoestima y la visión del mundo.
- Teoría
Polivagal:
explica las respuestas fisiológicas al estrés (lucha/huida o desconexión).
- Teoría
del apego:
contextualiza cómo los vínculos con los pacientes pueden activar
experiencias emocionales pasadas no resueltas.
El artículo
propone estrategias prácticas para mantener la salud emocional del profesional:
- Encontrar
propósito personal en el
trabajo con la muerte.
- Crear
rituales
(pequeños actos simbólicos) que ayuden a cerrar o marcar transiciones
entre pacientes.
- Autoobservación
fisiológica, para
reconocer activación o bloqueo emocional.
- Apoyo
entre colegas
mediante relaciones auténticas y seguras.
- Técnicas
somáticas como
la respiración, el movimiento consciente o el arte.
- Cultivo
de la alegría como
acto deliberado de resiliencia emocional.
- Establecimiento
de límites claros,
recordando que cuidar no debe implicar desgaste extremo.
Estas
estrategias buscan sostener una práctica compasiva y emocionalmente sostenible
en el tiempo.
Sección 3: ¿Debemos “seguir adelante”? Espiritualidad,
sufrimiento y duelo en oncología
Esta última
sección reflexiona sobre el sentido de la vida y la muerte, y cómo estos
se viven dentro o fuera de un marco de creencias religiosas.
Para quienes
tienen fe, la esperanza en una continuidad después de la muerte puede
aliviar el sufrimiento y facilitar el proceso de duelo. En cambio, para
pacientes o profesionales sin creencias religiosas, la experiencia del
sufrimiento puede volverse más amenazante, y el duelo más desestructurante.
Aquí se
discute críticamente el imperativo de “seguir adelante” como objetivo
terapéutico. Los autores proponen, en cambio, adoptar modelos como el de “vínculos
continuos”, que reconocen y validan el deseo de mantener un lazo emocional
con quien ha muerto o con quien está muriendo.
El artículo
concluye que aceptar el sufrimiento y mantener los vínculos, incluso con cierto
dolor persistente, es parte de nuestra interdependencia humana. No
siempre se trata de “cerrar” o “superar”, sino de integrar, acompañar y
encontrar sentido dentro del sufrimiento.
Conclusión
El
sufrimiento en oncología no puede abordarse solo desde la biomedicina. Requiere
una atención psicológica, espiritual y relacional que reconozca la
unicidad del paciente y también la humanidad del profesional. Las estrategias
propuestas —formulación, contratransferencia, terapias de sentido, autocuidado
y apertura espiritual— permiten brindar un cuidado más compasivo, presente y
significativo. En contextos donde la cura ya no es posible, el
acompañamiento se convierte en el acto terapéutico central.
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